Punto de inflexión en la campaña: la Corte dice si Weretilneck llega al #7A

Río Negro cerrará hoy la extensa etapa judicial de su campaña electoral.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación emitirá su fallo y definirá si el gobernador, Alberto Weretilneck, puede ser candidato en los comicios del próximo 7 de abril.

Las horas previas a la sentencia fueron de pesimismo para el mandatario. Desde Buenos Aires varios medios anticiparon un escenario adverso, que pareció coincidir con las noticias que recibió Weretilneck en el marco de sus actividades públicas.

Ayer no hubo intendentes, legisladores ni militantes a los que el gobernador prestara demasiada atención. Su vínculo central fue con el teléfono. Y a juzgar por sus gestos, las novedades nunca le permitieron tranquilizarse.

El panorama había empezado a complicarse el miércoles, con los dictámenes de la Procuración General de la Nación, que recomendó al máximo tribunal no habilitar una nueva postulación.

Después de eso, un titular del diario “Ámbito Financiero” anticipó una mayoría ya conformada por tres votos negativos para Weretilneck (Maqueda, Lorenzetti y Rosatti), que podrían sumar a Elena Highton de Nolasco.

Confirmando que la Corte fue siempre un ámbito ajeno y desconcertante para el poder provincial, el oficialismo rionegrino buscó aferrarse ayer a otras informaciones surgidas de fuentes “extrajudiciales”, que hablaban de un tratamiento diferencial para los casos de La Rioja y Río Negro, con un final negativo para Sergio Casas pero positivo para Weretilneck.

Clima poco festivo

Con ese contexto, el gobernador llegó ayer por la mañana a Río Colorado, para la apertura de sobres de las licitaciones para la repavimentación de caminos productivos en Colonia Juliá y Echarren, la ampliación de la red de gas en el barrio Esperanza y la inauguración de las ampliaciones del CET 24.

A pesar de esa multiplicidad de inversiones, el clima no fue de festejos, sino de mucha preocupación.

Al gobernador se lo vio tenso y con muchas ansias de usar el teléfono.

Desde que llegó al predio de la institución escolar, su rostro no transmitía tranquilidad, con gestos similares a los del resto de los funcionarios provinciales y locales.

El gobernador es conocido por su buena predisposición al momento del contacto con la gente. Pero en esta ocasión fue todo lo contrario, a pesar de que recibió amablemente a cada uno de los que se acercaron, hasta para pedirles una foto, el momento no era cómodo.

En el contacto con la prensa, Weretilneck mantuvo la guardia alta, afirmando permanentemente que a pesar de lo que se conocía por la prensa, el fallo oficial todavía no estaba.

“Tenemos que esperar, hasta que no esté firmado el fallo y no esté la posición definitiva de la Corte no tiene sentido hacer suposiciones. Seguimos insistiendo, nos hubiese preferido tener una campaña electoral con debates, de ideas, de proyectos. Saber qué piensan los otros candidatos, qué propuestas tienen o qué ideas tienen para cada una de las localidades de la provincia”, arremetió.

“Nos hemos encontrado con una campaña electoral absolutamente judicializada, con el único objetivo de Cambiemos y del peronismo, que ha sido proscribir e intentar que Juntos Somos Rio Negro no tenga candidato. Les molesta el acompañamiento que tenemos de todos los rionegrinos a la boleta de Juntos”, agregó.

Luego insistió en que “estamos confiados porque la Corte viene fallando las últimas oportunidades que las facultades electorales son de las provincias, asique por lo tanto estamos esperando el fallo confiados. Al pueblo no hay que tenerle miedo y son los rionegrinos los que deciden por sí o por no”.

“No estamos pensando en ninguna otra alternativa. Juntos está oficializado por el Tribunal Electoral Provincial y tenemos nuestras boletas impresas y se están distribuyendo con normalidad dentro de toda la provincia”, señaló.

P: Pero se lo ve preocupado…

R: “Y son momentos finales y muy importantes, esperando lo que va a decir la Corte. Pero estamos bien. Este es un escenario nuevo, pero no quiero hipotetizar mucho hasta no tener el fallo final.

A la hora que hoy se conocerá el fallo oficial -alrededor del mediodía- Weretilneck estará inaugurando obras en Cipolletti y Catriel.

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Análisis

Punto de largada

Por Adrián Pecollo

Río Negro tiene dos escenarios posibles. El fallo de la Corte, con su inapelable mandato judicial, dejará uno en pie para un nuevo armado institucional y político.

La habilitación de la candidatura de Weretilneck significará un impulso político para Juntos pero, esencialmente, representará una fuerte adversidad para el FpV, que centró su campaña en el proceso judicial.

En cambio, la desdicha política abrazará al oficialismo si la Corte -como pronostican desde Capital Federal- sepulta la pretensión del gobernador. Weretilneck deberá resolver este fin de semana su reemplazo.

El instalado vaticinio de un fallo negativo pudo -posiblemente- prepararlo para las difíciles horas por venir si llega ese momento tan temido. ¿Habrá servido este período de temple emocional y de análisis del plan B? Su inmediata reacción será decisiva para el éxito o fracaso oficialista.

Analizó opciones de recambio, que Weretilneck -insistentemente- silenció, aferrado a la ilusión de que los pronósticos fallen.

Esa esperanza se limita a que el tribunal acepte que, en definitiva, la interpretación del artículo 175 es una cuestión provincial, convalidando así la habilitación del STJ a su postulación. Hoy se sabrá si ocurre ese suceso asombroso.

Algunos allegados, pocos, se animaron a la pregunta incómoda. La respuesta no se modificó de sus dichos públicos. “No hay plan B”.

Si la Corte lo impone, el relato promueve a la candidata a vice, Arabela Carreras, u otro incondicional, ideando un esquema donde Weretilneck siga liderando la campaña y se proyecte su continuidad gubernamental (posiblemente una pensada Jefatura de Gabinete). Su propósito electoral: la contención del votante del gobernador, que hoy -según sus sondeos- es mayoría frente al caudal del FpV. Esta oposición -ciertamente- no se consolida.

La sentencia requerirá, en lo político, también inapelables evoluciones para triunfadores y perdedores.

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Análisis

El calendario, la otra clave

Por Hugo Alonso

Los malos augurios que llegaron a la órbita oficialista desde Buenos Aires hicieron trepar las acciones de otro punto clave del fallo de la Corte: la fecha de las elecciones.

Desde ayer no sólo es importante si Weretilneck será o no candidato, sino que también es muy relevante si los comicios se hacen o no el 7 de abril.

En las causas abiertas por la oposición rionegrina nadie pidió mover el calendario. Pero tan amplias son las facultades del máximo tribunal que hasta ayer nadie podía asegurar que los plazos se mantendrían inalterables.

Y en esa marea de especulaciones, el más interesado en mantener el 7 de abril es precisamente Juntos.

El entorno del gobernador confía en una victoria aun sin su líder en la boleta, construida a partir de distintos escenarios:

– La instalación del voto “anti-Soria” por encima del apoyo particular a Weretilneck.

– El lanzamiento de una rápida campaña de victimización, agitando la idea de una “proscripción” al mandatario.

– La posibilidad de anunciar que Weretilneck igual será protagonista del eventual futuro gobierno, con un puesto destacado en el Ejecutivo.

– La confianza en las encuestas. Si es cierto que se llegó al fallo de la Corte con unos 10 puntos de diferencia entre Juntos y el FpV, como dijo días atrás el consultor Ricardo Vignoni, la oposición tendría que lograr que 40.000 rionegrinos decidan no votar al oficialismo porque no está Weretilneck.

Cuatro caminos para llegar con chances de éxito si la carrera es corta. Si las urnas se mudan a otro mes, el horizonte oficialista sumará nubarrones.

En distintos momentos, pero siempre atento a lo mismo: el teléfono

Weretilneck estuvo dos horas ayer en Río Colorado. El teléfono celular concentró toda su atención durante los actos e inclusive fue el factor que interrumpió una y otra vez los encuentros con referentes de instituciones que se acercaban a solicitarle alguna entrevista.

El momento más llamativo de la mañana fue cuando abandonó la sala donde se celebraba por la llegada del asfalto rural, con la excusa de ir al baño.

Fue así que en soledad se instaló en el playón de la escuela secundaria a realizar al menos tres extensas llamadas, que le demandaron más de 20 minutos.

A juzgar por lo que decía su cara, no eran datos o informes que le agradaran.

Finalmente salió la legisladora del circuito Valle 1Medio, la riocoloradense Elsa Inchasendague, para pedirle que ingresara y esté presente durante la apertura de sobres de las distintas obras.

Pero sentado en la mesa junto al mandatario local, Gustavo San Román, tampoco se pudo concentrar en lo que estaba ocurriendo. Seguía abriendo y contestando masajes.

Río Negro: el plan B de Weretilneck y la desconfianza de Soria ante el inminente fallo de la Corte Suprema

Hacía una hora que el candidato había terminado su discurso frente a las casas del plan de viviendas construidas por el instituto provincial. Ya había cortado las cintas, se había sacado fotos con vecinos y empleados de comercio beneficiados con una de las casas de color verde (las hay en color naranja o amarillo, según el plan y la ciudad), y ya había charlado con los candidatos locales a diputados en la Provincia por “Juntos Somos Río Negro”. Incluso había esquivado con habilidad una definición sobre a quién apoyará para intendente en elecciones aún sin fecha mientras los funcionarios de Cultura retiraban el equipo de audio y los participantes se empezaban a retirar. El champán rosado de una bodega neuquina se entibiaba en las copas sobre una mesa con mantel verde que empezaban a levantar y sus ministros y demás autoridades, y hasta el propio jefe comunal que buscaba su apoyo, se habían ido. Pero el gobernador Alberto Weretilneck, de mocasines gastados y sucios por el polvo de una calle de tierra seca y piedras, seguía conversando de camino a su auto con todos aquellos que se le acercaban.

Se habían ido los policías y sólo quedaban un par de curiosos cuando llegó hasta donde lo esperaba su chofer y volvió a detenerse para charlar con un joven que frenó su bicicleta. Segundos después se tomaba otra fotografía con dos niñas alentadas de lejos por su mamá.

Hace un mes Weretilneck estaba seguro de que su reelección sólo dependía de una campaña cargada de actos como éste y de una impronta personal que lo llevó a visitar cada ciudad rionegrina decenas de veces desde que asumió. Probablemente haya sido el más andariego después de años de ininterrumpido radicalismo hasta que en el 2011 ganó la elección como vice de Carlos Soria, electo gobernador como líder del PJ después de un acuerdo con Miguel Ángel Pichetto. Lo reemplazó  después de que a 20 días de la asunción Soria fue asesinado por su mujer.

Weretilneck se lanzó promediando este verano después de haber dicho que no lo haría y justificó su cambio de opinión en los argumentos de sus asesores en materia constitucional. El artículo 175 que limita a una sola la posibilidad de reelección habla de fórmula y él, planteó, se presentó cada vez con una fórmula distinta por lo cual la dupla no se repetía.

Pero además no tenía, ni tiene, heredero natural. Confió en que su buena imagen ayudaría a una interpretación constitucional que lo beneficiaría para una nueva reelección. Y parte de la sociedad lo acompaña en una disputa donde muchos votarían por su reelección haciendo la vista gorda a lo que diga la Justicia o la Constitución.

El gobernador rionegrino anunció que sería candidato nuevamente en el límite del plazo de presentación de candidatos. Antes evaluó postular a Alejandro Palmieri, jefe del bloque de diputados de Juntos Somos Río Negro. Palmieri es además de General Roca, la ciudad de Martín Soria, el principal adversario del oficialismo rionegrino y fue secretario y ministro de Economía de Carlos Soria cuando fue intendente de Roca y luego gobernador. Generacionalmente podía empardar con la figura del peronista de “Río Negro en Acción” que logró crecer en las encuestas tras unir al PJ y con un fuerte perfil opositor a la Casa Rosada en un distrito con altos índices de antimacrismo.

En segundo lugar Weretilneck pensó en dejar a su vice, Pedro Pesatti, con dispar simpatía entre los votantes. Pesatti asumió en 2014 después del fallecimiento del vicegobernador Carlos Peralta en medio de acusaciones por “traidor” cuando la Legislatura sometió su nombre a votación.

Finalmente evaluó la imagen de Fabián Zgaib, ministro de Salud, con quien recorre la provincia. El sábado pasado participaron juntos de un acto en General Roca, tierra “enemiga”. Zgaib permitiría mantener el eje Alto Valle-Bariloche que hoy representa la fórmula Weretilneck-Arabela Carreras. La duda es todavía si el ministro y su familia aceptarán la oferta después del episodio coronario que sufrió el año pasado. También Carreras podría ser una opción.

Sin embargo, desde hace una semana, en el entorno del mandatario se preguntan cuál es su plan porque él seguía mostrándose convencido de que la Justicia estará de su lado. “No hay plan B”, insistía un importante estratega mientras otros repasaban los nombres que en su momento descartó el gobernador y que vuelven a considerarse ante la inminente posibilidad de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación desautorice la candidatura a la reelección de Weretilneck para el próximo 7 de abril. Es un escenario que casi no esperaban por eso los sorprendió el fallo de la Procuración de la Nación de este miércoles y algunos funcionarios se reconocen casi en shock.

Tienen algunas luces de esperanza: el rumor de que habría alguna voz discordante entre los jueces de la Corte, que el dictamen de la Procuración General de la Nación recomendando revocar la sentencia a favor del gobernador del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro no es vinculante y en tercer lugar el cambio de posición de la Procuración que antes había entendido que la Corte no era competente.

En ese contexto, la pregunta es cuál será la reacción si hoy el fallo es adverso como anticipan todos los voceros en tribunales. Y recuerdan que desde el primero momento Weretilneck  evaluó el riesgo y consideró que el tiempo podía jugarle a favor. Que su plan B era hacer él mismo la campaña con la premisa de que sería más fácil generar empatía a favor de un posible sucesor si lo reemplazaba los últimos días y no hace un mes. A esta altura ya hizo esa campaña, con no menos de tres actos por día. Incluso este jueves la noticia de que podría adelantarse el fallo lo sorprendió recorriendo Río Colorado, Darwin y Chichinales, cortes de cintas incluidos. Dicen que aún sin estar del mejor ánimo, continuó con su actividad.

La opción de que ocupe su lugar el peronista Miguel Angel Pichetto la desmintieron en su entorno pero rueda desde el campamento de los Soria. La diputada María Emilia Soria especuló en voz alta sobre tal posibilidad.

Martín Soria, intendente de General Roca y candidato de Río Negro en Acción
Martín Soria, intendente de General Roca y candidato de Río Negro en Acción

Si la Corte falla en contra, los votos de Weretilneck (que asegura estar más de diez puntos arriba de Soria) ¿se quedarán con quién él designe en su lugar?

Si la Corte falla en contra, ¿prevalecerá el voto útil a favor de Juntos o Lorena Matzen de Cambiemos podrá sumar a los 6 puntos que pronostican para ella las encuestas?

Si la Corte falla en contra, ¿Weretilneck irá como candidato a senador nacional? Si así fuera, es un partido que se juega recién en agosto y en nada influye en esta elección.

Si la Corte falla en contra, ¿Soria se legitimará más por haber tenido aval judicial? Y en tal caso, si crecen las chances del intendente Soria que unió al kirchnerismo y a todas las vertientes peronistas, ¿es seguro que Juntos Somos Río Negro sufra una derrota? En tal caso también repercute en la Casa Rosada donde descartan la derrota de Matzen pero de ningún modo imaginan un triunfo del peronista con respaldo K.

Martín Soria representa el reclamo antimacrista en una región golpeada por la macroeconomía. Y además tiene ambición de poder y ambición política. Y hasta busca una revancha personal: su padre ocupó distintos cargos, intendente, diputado nacional y jefe de la SIDE, le costó toda una vida llegar a gobernador y cuando lo consiguió, en la primera elección ganada por el peronismo desde 1983, su mujer lo mató en la noche de Año Nuevo. Todavía hay paredones pintados con su nombre y apellido y es la foto de presentación de su heredero político que se juega a todo o nada el próximo 7 de abril.

Un fallo que respalde el reclamo peronista contra Weretilneck podría jugarle a favor. De todos modos no son exitistas cerca suyo. Todavía los gana las desconfianza y hasta temen que pueda todavía haber alguna sorpresa en Tribunales.

“Estamos en vilo”, admitió en un descanso de la campaña una diputada nacional del peronismo. “No dormimos”, dijo un asesor del gobernador Weretilneck. En ambos lados tienen una esperanza: ganar en las urnas más allá del nombre del candidato oficial

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