“Día Nacional del Automovilismo Deportivo”,

De acuerdo a la Ley 25.076, el 9 de diciembre se sancionó que se trasladaba la conmemoración del “Día Nacional del Automovilismo Deportivo”, del 24 de junio al 17 de julio de cada año, en homenaje al quíntuple Campeón Mundial de Fórmula Uno Internacional Juan Manuel Fangio, en el aniversario de su muerte.

La misma reza: “Considerando que el automovilismo deportivo es una de las disciplinas que más atrae a los aficionados de la República Argentina, siendo asimismo una de las que mayores satisfacciones les ha brindado. Que, dentro de los grandes deportistas que han competido en la historia de ese deporte, se destacó Juan Manuel Fangio.

Que tal circunstancia, las inolvidables actuaciones deportivas y las condiciones personales de Fangio, llevaron a la comunidad deportiva a erigirlo pacíficamente como un verdadero emblema del deporte en general y del automovilismo deportivo en particular.

Que, en virtud de lo expuesto, se aprecia de toda necesidad preservar en la historia la figura del usualmente designado quíntuple campeón del mundo, como ejemplo para las sucesivas generaciones de pilotos argentinos.

Que, habida cuenta de la pre invocada identidad existente entre el automovilismo deportivo y la imagen de Juan Manuel Fangio, la Secretaría de Deportes de la Presidencia de la Nación propició que se declare a la fecha aniversario del nacimiento del piloto argentino como Día Nacional del Automovilismo Deportivo.

Que dicha medida contribuirá a la promoción de esa disciplina deportiva, procurando asimismo destacar los valores del deporte para la sociedad, en concordancia con los principios generales consagrados por la Ley Nº 20.655, que en su artículo 1º, incisos a), b) y e), prevé que el Estado Nacional atenderá al deporte en sus diversas manifestaciones considerando como objetivo fundamental, entre otros, la utilización del deporte como factor educativo coadyuvante a la formación integral del hombre y como recurso para la recreación y esparcimiento de la población; la utilización del deporte como factor de la salud física y moral de la población y la promoción de una conciencia nacional de los valores del deporte”.

Uno de los mejores pilotos del automovilismo mundial

Juan Manuel Fangio nació el 24 de junio de 1911 en Balcarce, Argentina. Hijo de una humilde familia de inmigrantes italianos, trabajaba de joven en un taller mecánico. Además de los automóviles, su otra pasión era jugar al fútbol, lo que le valió el sobrenombre ‘El Chueco‘ que permanecería a lo largo de su vida.

En 1934 empezó con las carreras y el simple hecho de que haya sobrevivido ya hace de él un campeón, pues los circuitos argentinos en esa época eran muy precarios y peligrosos. Pero Fangio demostró ser un persistente luchador y se consagró dos veces Campeón Nacional Argentino (en 1940 y en 1941). Tenía mucha esperanza de irse a Europa en busca de glorias aún mayores, pero la Segunda Guerra Mundial postergó esos sueños.

En 1947 fue finalmente mandado a Europa con el auxilio financiero del gobierno de Perón. Allí Fangio pudo demostrar al mundo toda su habilidad. Contrastando con su figura tímida y su voz baja, al ponerse detrás del volante se convertía en un piloto excepcional, como nunca se había visto antes.

Fangio se refería al automovilismo bajo una doble óptica: como una ciencia que necesitaba un largo estudio y a la vez como un arte que debería ser cuidado como tal solía compararlo a la pintura.

A mediados de 1950 -cuando tuvo inicio la era moderna del Gran Prix con el debut de la Formula Uno- Fangio piloteaba para Alfa Romeo. En ese año terminó en segundo lugar pero luego ganó su primer Campeonato Mundial en 1951. Durante una carrera en 1952 sufrió un grave accidente en Monza, cuando se rompió su cuello y tuvo que mantenerse alejado de los autos por casi dos temporadas. En 1954 cambió de Maserati a Mercedes, una movida que lo ayudó a conquistar su segundo título mundial -el primero de una serie de cuatro títulos seguidos- logrando siempre las pole position y ganando seis de las ocho carreras del campeonato. El año siguiente y nuevamente con un Mercedes, gana su tercer campeonato mundial y forma una dupla sensacional con el inglés Sterling Moss, su compañero de equipo. El joven Sterling idolatraba a su mentor más grande y solía llamarlo cariñosamente ‘Maestro‘.

Pero entonces vino Le Mans. Fangio se envolvió sólo indirectamente en el accidente que provocó la muerte de 81 espectadores en 1955. De cualquier modo, eso marcó un punto de inflexión en su carrera. Mercedes se retiró del automovilismo y había un riesgo real de que los gobiernos europeos terminaran con la F1 por razón de la tragedia.

Al cambiarse a Ferrari, Fangio restauró la gloria de la F1, logrando 6 pole position en 7 carreras y ganando 3 de ellas (en las otras 4 quedó en segundo) para reclamar su cuarto -y dicen, mejor- Campeonato Mundial.

En 1957 dejó a Ferrari para volver a Maserati, ganando el quinto título mundial con performances extraordinarias. En el circuito alemán de Nürburgring y tripulando un liviano Maserati 250F, tras un problema en el reabastecimiento, tuvo que venir corriendo de atrás y faltando una vuelta logró pasar los dos Ferrari oficiales ante el asombro del público y sus rivales por su virtuosismo. Esto le vale con el correr del tiempo, en febrero de 1958, el premio anual de la Academia Francesa de Deportes por ser el autor de la más sobresaliente hazaña deportiva del mundo.

Después de algunas carreras en 1958 él se retira del automovilismo, ya no teniendo nada que probar a nadie, diciendo solamente ‘Se terminó.‘ Volvió a su garage con la conciencia de haber salvado a la F1 post Le Mans y de haber establecido un estándar de excelencia y dominio de la máquina que nunca serán igualados. Se murió tranquilamente el 17 de julio de 1995 a los 84 años. De todos aquellos que lo han seguido, el legendario Fangio dijo que sólo Jim Clark y Ayrton Senna se han aproximado de sus habilidades al volante.

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