Revelan que los jóvenes que quieren ser docentes tienen grandes problemas de ortografía y no entienden palabras sencillas

Los jóvenes que buscan ser docentes  presentan conocimientos muy por debajo de los deseados: la gran mayoría escribe mal, con faltas de ortografía e incluso no logra comprender las ideas principales de un texto. Son algunas de las conclusiones que se derivan de una evaluación que llevó adelante la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) bonaerense.

Los resultados no sorprenden. Las encuestas, a las que tuvo acceso Infobae, se hicieron a los ingresantes de los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD), en gran parte jóvenes que recién terminan la secundaria. Funciona como una continuidad de lo que se observa en las Pruebas Aprender, aunque en este caso tuvo una novedad: evaluaron la capacidad de redacción para trazar un diagnóstico y trabajar en reformas en los profesorados.

Hubo dos instancias de evaluación. La primera fue una encuesta voluntaria que preguntó por manejo de herramientas tecnológicas y autopercepción de conocimientos sobre lectura y escritura. Tuvo 2.200 participantes online y encontró que el 69% de los estudiantes de hasta 25 años sabe usar el Word, pero que a más de la mitad le cuesta manejar Excel.

En la autopercepción, solo el 35% respondió que cree estar capacitado para leer, comprender y escribir un texto formal con el cuidado justo de la ortografía y la puntuación. Sin embargo, cuando se les tomó un texto titulado “¿Por qué suele creerse que escribir es difícil?”, solo el 7% pudo identificar sus cuatro ideas principales.

Un mes después se tomó otra evaluación. Esta vez fue obligatoria y participaron los 12 mil ingresantes a los profesorados públicos; casi el 60% con título secundario con orientación en Ciencias Sociales o Economía y la mayoría menores de 25 años. La prueba giró en torno a un texto sobre la “Generación App”. Allí, el 59% sintetizó en forma correcta de qué se trataba, pero hubo resultados alarmantes.

El 64% no identificó el párrafo que mejor resumía el texto. El 52% no reconoció la función del conector “sin embargo”. Casi la mitad no supo determinar el significado de “Generación App”. Incluso, el 63% no dio ninguna respuesta sobre el significado de palabras como “blandiendo”, “ponderar”, “holgazanes”, “impregnado”, “apelativo”, “neologismos”. Cuando tuvieron que redactar un escrito de no más de diez líneas, solo el 34% lo hizo sin errores de ortografía y logró vincular su experiencia con los conceptos “app-capacitadoras” y “app-dependientes”.

“Los estudiantes logran una comprensión parcial de los textos. Se evidencian problemas de vocabulario y la redacción necesita trabajarse. La escritura es sencilla, se registran muchos monosílabos y son escasos los párrafos que presentan desarrollo de ideas. Asimismo, la autopercepción de los estudiantes no condice con el nivel de respuesta”, sostiene el informe. Los evaluadores bonaerenses encontraron que los futuros maestros creen que saben más de lo que en realidad saben y que no logran comprender consignas.

Entre encuesta y encuesta, se implementó por primera vez un taller para los ingresantes a institutos públicos de formación docente. La instancia obligatoria busca y buscará en los próximos años ser niveladora. Equiparar -y mejorar- los conocimientos con los que los jóvenes llegan de la secundaria, además de corregir la alta tasa de deserción, cercana al 70%, que se da en el primer año.

El Taller de Alfabetización Académica y Tecnológica tuvo diez clases de dos horas. En cada encuentro trabajaron en una unidad específica: escritura de géneros discursivos, estudio en forma colaborativa, lectura en distintos ámbitos, elaboración de mapas conceptuales, toma de apuntes, exposición oral, entre otras. En La Plata, incluso, creen que si no se hubiera incorporado el taller, los resultados de la evaluación hubieran sido aún peores.

Cambios en los profesorados

El taller es la primera de una serie de medidas que impulsará la DGCyE en formación docente. Hoy la Provincia tiene 341 institutos superiores, de los cuales el 51% son privados, pero todos reciben financiamiento estatal. En total, destinan una inversión de 4,1 mil millones de pesos en los públicos y otros 700 mil en los privados.

En la actualidad, los ISFD tienen 115,8 mil estudiantes inscriptos; el 75,9% mujeres. La mayoría se concentra en La Plata, La Matanza y Quilmes. En promedio, las carreras suelen durar 4 años con 256 horas de prácticas en los niveles inicial y primario y una cantidad indeterminada en secundaria.

La cartera que conduce Gabriel Sánchez Zinny lanzó un concurso para renovar los puestos directivos de los institutos públicos. La instancia, pese a ser obligatoria, no se llevaba a cabo en la Provincia desde 1994 cuando la Nación hizo la transferencia de las escuelas y los institutos formadores a las jurisdicciones.

Al concurso se postularon 700 candidatos que deberán presentar antecedentes y un proyecto institucional con metas a alcanzar en los ISFD.

Además, según supo Infobae, profundizarán la reforma en las currículas. Desde este año ya están funcionando nuevos planes de estudios “modernizados” en matemática, lengua e inglés, y en 2019 lo llevarán a todas las especialidades.

A partir de la evaluación en los chicos de primer año, reafirmaron la necesidad de insistir en las materias troncales, pero también en trabajar las habilidades blandas -creatividad, comunicación, resolución de problemas- para que “cuando sean docentes puedan transmitírselas a sus alumnos”. El otro foco será que los futuros maestros aprendan a lidiar con los conflictos que pueda haber en las aulas.

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