La venta de una casa habría abierto el camino del secuestro

(NOTI-RIO) El desencadenante del secuestro de Sonia Marisol Molina, más allá de la perversión demostrada por el pseudo pastor evangélico Jesús María Olivera y su pareja, la periodista Estefanía Heit, pudo haber tenido un componente mucho más terrenal que simplemente el maquiavelismo demostrado por ambos: una estafa.

Se trata de una pequeña casa que la mujer de Río Colorado había construido en un lote social.

En mayo y julio la casa fue vendida dos veces, por lo que la mujer fue denunciada por estafa y desde la fiscalía en Choele Choel se pidió la averiguación de su paradero. Esto consta en un expediente que lleva adelante el fiscal Miguel Flores.

Allí se menciona que la vivienda fue vendida inicialmente a Fidelina Río, quien le envió 60.000 pesos a Molina, mientras que en la segunda oportunidad fue adquirida por Carlos Anselmo, quien le entregó 10.000 pesos en efectivo y cinco cheques por un total de 40.000 pesos.

Pocos días después de que la justicia comenzara a averiguar cuál era el paradero de Sonia, fue secuestrada. Estar expuesta al pedido de la justicia habría decidido a que los captores apuraran el secuestro físico, más allá de la presión psicológica a la que la mujer era sometida. Es que, de declarar ante la justicia, la mujer podía dar a conocer la pesadilla que estaba viviendo.

Según indicó Flores, ya se había solicitado dar con el paradero de la mujer para que explicara cómo se habían realizado estas ventas. Fueron Olivera y su pareja quienes presionaron a la vecina de Río Colorado, para que vendiera esta propiedad. Esto también despertó sospechas de la familia, que hicieron al menos tres exposiciones en la Policía.

Los familiares Carlos y Víctor Ansaldo fueron víctimas de la transacción y relataron a “Río Negro” parte de lo sucedido.

“Sonia, nos vendió la casa que está ubicada en José Pérez 943 por un valor de 40.000 pesos. La compra sólo incluía la estructura sin el terreno, que es propiedad de la municipalidad de Río Colorado. Cuando nos pusimos de acuerdo fuimos hasta el Registro Civil donde realizamos las correspondientes transferencias y nos entregó parte de la documentación de la propiedad”

Urgencia por efectivo

“En el primer arreglo le entregué 10.000 pesos en efectivo y el resto en cinco cheques. A los poquitos días vino a que le cambiara los cheques por efectivo, diciendo que tenía que viajar urgente y quería el efectivo. Junto a familiares reuní todo el dinero y se la dimos” explicó. “Nunca estuvo el otro hombre ni tampoco otra persona.”

“Pasaron los días y a Sonia no la podíamos encontrar, porque teníamos que hacer los trámites finales para las transferencias y ella tenía que firmar y nunca más la pudimos ubicar.”

“Un día fui al predio y comencé hacer arreglos dentro de la propiedad y hasta llevé todos mis muebles y de pronto llegó otra persona con la otra parte de los papeles que yo no tenía, diciendo que él era el dueño de esa casa, porque se la había vendido Sonia y a un valor superior al que yo aboné. Posteriormente ambos realizamos las denuncias por estafa.”

“En la actualidad dentro de la casa está viviendo provisoriamente una persona ajena a este problema puesta por un abogado, hasta que la justicia resuelva el caso. La verdad, esto me afectó sentimentalmente porque tenía toda la ilusión de hoy estar con mi familia disfrutando de esa vivienda. Ahora no se en qué va a quedar”.

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