(NOTI-RIO) Un incendio de importantes proporciones que arrasó unas 20 hectáreas de varias chacras asentadas en la colonia Reig en la zona frutícolas, que afectó a un tractor, plantaciones, postes, alambrados y herramientas, algunos animales y el tendido eléctrico completo de más de 300 metros.
También tres familias completas trabajaron denodadamente para salvar sus viviendas que estaban en peligro por las grandes llamas, que fueron controladas a escasos metros de las propiedades.
La zona afectada se encontraba sumamente cargada de pastizales por el estado de abandono y la falta de trabajo de las chacras y que en los antecedentes, un siniestro de similares características había ocurrido hace dos años atrás.
El voraz incendio mantuvo ocupada a tres dotaciones de bomberos, del cuartel central de Río Colorado donde unos 15 hombres trabajaron desde minutos después de las 15 horas y por más de 5 horas de intensa labor para controlar y sofocar el incendio.
Las chacras que fueron arrasadas pertenecen a Ricardo Rodríguez, Julio Klin, Rosa Sandoval, Diego González y Raúl Iparraguirre.
Un dato curioso da cuesta que uno de los propietarios afectados, Ricardo Rodríguez el 31 de diciembre pasado a pocas horas de año nuevo, un incendio le consumió 3000 kilos de leña.
“Estamos embrujados y el fuego nos persigue” comentó … mientras colaboraba con los bomberos “Justamente hoy, arme la rastra con la intención de pesarle al campo por miedo a que pasara esto (el incendio), la pase secar de la casa y después de almorzar quería pesarle a todo. Y no llegué. Como para completarla se me quemó el tractor” señaló preocupado a “Río Negro”.
Otra de las personas que sufrió del fuego, mientras intentaba detener el avance del fuego, comentó “La chacra estaba sin trabajar desde el año pasado, la verdad es porque los números no cierran y uno se tiene que dedicar a otra cosa para alimentar a la familia”
Otro de los hombres que trabajaban en el lugar señaló “estaba durmiendo la siesta y de repente algo me despertó y cuando salí de la casa me encontré con el fuego cerca y salí con una mochila con agua y la pala para ver que podía hacer para evitar daños mayores”
En la zona de combate los distintos grupos de recatistas luchaba para impedir los avances del fuego que a su paso arrasaba con todo sin tener piedad y con la colaboración de los propios damnificados que vivieron momentos de dramatismo al ver que sus viviendas corrían peligro. También trabajaron intensamente en un corral lleno de chanchos para impedir la mortandad de los mismos.
Al cierre de esta edición, los bomberos reunían los datos finales del siniestro y comenzaban a investigar las causales del inicio de una zona que esta caratulada como “un sector sumamente complicado”.